Una vez en la vida (o dos)

Una vez en la vida (o dos), la naturaleza nos regala seres increiblement increibles.
En esta vida ya he conocido a 2 de ellos, por tanto, este tercero lo consideraré un Bonus Track inesperado. Es como cuando te tocaban 2 tazos en las bolsas de matutano, que ibas fardando todo el día.

Primero fué el descubrimiento de Pitingo. Nombre que bien podría ser una marca de neumáticos o el de un grafitero barato. En cualquier caso, Pitingo dejó un listón bien alto con su genial Smells Like Teen Spirit. Genial versión donde las haya. Capaz de revivir muertos (y volver a matarlos...).

Luego conocí a los Wachiturros.
Para prevenir futuros derrames cerebrales (el cerebro humano no es capaz de asimilar tanta calidad junta), no pondré ningún link. Lo agradecereis.

Y hoy, he tenido el placer de conococer a un nuevo astro en estos tiempos de oscuridad y danones caducados. El es Ivan Zayas. Recordad este nombre porque va a dar mucho que hablar.
No si es la letra, o esa maravillosa coreografía la que me ha llegado al corazón. Atención a ese espectacular movimiento de cuello/hombros. Se dice que es un movimiento único. Las mujeres caen a sus pies al son de ese movimiento espectacular, y los hombres que lo han intentando replicar han muerto en vano. Os dejo una muestra del talento innato de este gran cantante, con una de sus mejors canciones: Soy Socorrista. Atención al apabullante aplauso antes del inicio de la canción.