Decisiones y normas.

Esta es una historia que me contó mi abuelo, una vez que le pedí consejo sobre un tema, en el que no sabía que hacer. Buscaba la mejor solución para todos y no la encontraba. Entonces me contó esta historia:
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Vivían en un pueblo un pastor con su mujer. Tenía su granja y un terreno grande para su caballo.
El caballo ya tenía una cierta edad y apenas se movía de su establo. Viejo y cansado, se pasaba el día espantando moscas y poco mas.

Un día la hija les hizo una visita, y trajo a su hijo de 12 años para que sus abuelos pudieran estar un rato con el.

El pastor, añorando el tiempo que hacía que no veia a su nieto, decidió proponerle dar una vuelta con su caballo, pero por el pueblo, para que todos vieran lo precioso que era su nieto.

Subió al niño al caballo y el abuelo caminaba al lado del caballo. Empezaron a recorrer el pueblo.

Un vecino les vió y pensó: ¡Anda que vaya educación tiene el niño!. El abuelo esta ya mayor y el niño le permite que vaya andando, que caradura.

Al rato, el niño dijo: Abuelo, que tu estas ya cansado, sube un rato al caballo que ya ando yo. El abuelo accedió.

Casas y parcelas mas tarde, otro vecino les vió y penso: ¡Anda que vaya abuelo! Por un día que viene a verle su nieto, va y lo hace ir caminando mientras el se pasea tranquilamente encima del caballo. ¡Que desgraciado!

Al rato, el abuelo dijo: Anda, sube tu también, que creo que el caballo hoy esta mejor y aguantará la caminata.

Otros terrenos mas tarde, otro vecino les vió y penso: ¡Anda que vaya con estos dos!. El caballo esta que se muere y ellos venga a darle vueltas por el pueblo con los dos a cuestas, por lo menos podría ir uno de ellos andando. Si es que no tienen perdón.

Al rato, el abuelo dijo: Anda, vamos a bajar los dos y le damos un descanso al caballo.

Y casi al final del pueblo, otro vecino les vé y piensa: ¡Mira que son tontos estos dos!¡Tienen un caballo y van a pie!¡vaya par idiotas!.
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Y es que, a veces, no importa lo que hagas, siempre habrá alguien que considere que te equivocas, que lo que haces está mal. Y no puedes ir haciendo las cosas y pretendiendo buscar siempre la opción correcta para los demás porque nunca la vas a encontrar. Ni puedes pretender que te lleguen nunca a entender porque a veces hay decisiones que no quedan mas remedio que tomar.

A veces las normas y las leyes van contra-natura. Están ahí solo porque si todos nos las saltaramos, el mundo no sobreviviría. Pero a veces, por mucho que intentes cohibirte, lo mejor es hacer lo que uno cree correcto, aunque sepa que no va a ser del agrado de todos los que le rodean.

Esta historia me ha ayudado mucho a lo largo de mi vida, a veces, para decidir la mejor decisión en los momentos complicados y para darme cuenta de que: no siempre hay una forma correcta de hacer las cosas...